Las Consecuencias de tener Padres Emocionalmente Ausentes

Las Consecuencias de tener Padres Emocionalmente Ausentes

“Son padres que están, pero que realmente no están. Es decir, aquellos que permanecen emocionalmente inaccesibles, o tan ocupados con sus quehaceres (trabajo, televisión, redes sociales, dormir todo el día, no participar en las labores del hogar, conectados al celular y desconectados del momento presente, que no llegan a conectar de verdad con los hijos/as: con lo que les pasa, con sus procesos, con sus miedos, con sus preocupaciones, con su necesidad de mirada, de escucha, en expresarles amor, cariño. Luego, cuando en algún momento del día conectan, suelen regañarles o exigirles que hagan lo que ellos quieran que hagan (porque toca hacer el baño, o cenar, o irse a la cama, etc.) y muchas veces los hijos muestran su enfado, entrando en conflicto: ‘No me has atendido en todo el día, y cuando me atiendes es para regañarme o exigirme’ ¡Es lo que siente el niño!

Signos de Padres Ausentes.

Aunque no existe un patrón claro de cómo pueden actuar los padres emocionalmente no disponibles, existen actitudes que suelen ser bastante comunes:

  • Indiferencia o impaciencia. Los padres ausentes suelen responder a las emociones de sus hijos/as con cierta impaciencia o indiferencia. Es decir, no intentan comprender el porqué de una emoción, ni cómo afrontarla mejor. [Sobre todo del lado paterno, podría tratarse de alexitimia, que “es la incapacidad para identificar las propias emociones y, en consecuencia, para expresar lo que se siente”].
  • No prestan atención a sus necesidades emocionales. Estos padres suelen no estar disponibles, ante los problemas emocionales que los niños/as puedan estar experimentando.
  • No muestra interés por la vida de sus hijos/as. Uno de los rasgos que podría indicar que tus padres estaban ausentes, es que no solían mostrar un interés por tu vida, es decir, por quiénes eran tus amigos/as o qué hacías en clase, etc.
  • Descuidan necesidades básicas de niño/a. Es decir, pueden aportar comida y manutención para sus hijos/as, pero no ofrecen todas las necesidades emocionales necesarias.
  • Expresan sus frustraciones. Además de no estar disponibles emocionalmente, los padres inmaduros o ausentes, pueden llegar a expresar libremente emociones como la frustración, la molestia o el aburrimiento cuando están con sus hijos/as.” (“Mundo Psicólogos. 5 Consecuencias ante los padres ausentes: ¿Cómo lidiar con ello?”)

“Los efectos emocionales de la ausencia paterna.

Tener un padre ausente deja secuelas emocionales que pueden durar toda la vida. Según los psicólogos, las personas adultas que no tuvieron un padre presente, manifiestan algunas de estas conductas:

  • Suelen ser más desapegadas emocionalmente. Tienen dificultad de establecer fuertes y duraderos vínculos afectivos. Muchos hijos de padres ausentes, repiten este comportamiento nocivo cuando tienen sus hijos.
  • Suelen ser más inseguras. Debido al sufrimiento emocional causado por la ausencia paterna, suelen ser personas más inseguras. Tienen miedo a la decepción y al abandono. El miedo al abandono puede generar una enorme dependencia emocional hacia otras personas.
  • Suelen tener la autoestima más baja. El rechazo paterno puede comprometer la autoestima y dejar un vacío difícil de ser rellenado.
  • Son más propensas a los trastornos psicológicos. Muchas veces el sufrimiento generado por un padre ausente puede tener graves consecuencias psicológicas, como la depresión, la ansiedad, la bulimia y la anorexia.
  • Son más propensas a entrar en relaciones tóxicas. Debido a la baja autoestima y a la carencia afectiva, personas que no tuvieron un padre presente, pueden tener problemas a la hora de establecer relaciones amorosas sanas. Por miedo a tener que perder de nuevo a alguien, muchos no son capaces de cortar determinados vínculos negativos, viviendo relaciones abusivas e infelices.
  • Son más propensas a las adicciones. Muchos hijos de padres ausentes, intentan compensar esta carencia de otra forma, pudiendo ser adictos a las drogas, al sexo, a las compras, al juego, etc.

Para reflexionar.

La ausencia de un padre deja huellas profundas, pero es posible seguir adelante y encontrar la felicidad. Si tienes un padre ausente, el primer paso para salir adelante es aceptar las emociones que generan esta relación. También es importante tener en la mente que no eres responsable por las elecciones de los demás, pero  está en tus manos tomar las riendas de tu vida. Además, puedes encontrar la tranquilidad si pasas a reconocer la importancia que tuvieron otras personas tu desarrollo, como tu madre, tus abuelos o tus amigos. Y si no eres capaz de superar ese dolor, tal vez sea el momento de buscar soporte psicológico. El psicólogo tendrá las herramientas necesarias para ayudarte a ver la situación desde otro prisma.” (“Psico. Las heridas emocionales causadas por un padre ausente”).

“Mucha madre y poco padre.

El concepto de la masculinidad, alterado a través de nuestra historia, explica consecuencias tangibles hasta nuestros días. Para entender las problemáticas que tenemos hoy en día de acuerdo a la familia, tenemos que entender el porqué de nuestra postura ante ciertas situaciones que parecieran inconcebibles en una sociedad. Una sociedad muy dañada por la errónea figura que se ha formado del hombre hacia su entorno y los que le rodean.

En la actualidad, la ausencia de una figura paterna en la familia, ha sido una de las problemáticas más frecuentes y poco analizada por la sociedad en México, ya sea por abandono, cultura o por necesidad. Vayamos a los datos. En México aproximadamente la quinta parte de las mujeres son viudas, separadas o divorciadas y por otro lado el 9.6% son madres solteras. En 2015, 81.7% de los hogares monoparentales estaban dirigidos por mujeres. Por último, según el INEGI (2010), 11.4 millones de hogares carecen de un padre presente.” (“Pálido de Luz. Deserciones. Mucha madre; poco padre”).

“La Educación Machista.

El machismo es una actitud o creencia donde el hombre se cree superior a la mujer, también hace referencia a un conjunto de actitudes, conductas, creencias y prácticas sociales destinadas a promover el enaltecimiento y prevalencia del hombre en perjuicio de la mujer. [..]

Realizada desde las escuelas y la propia familia, por la cual el proceso de enculturación trata de justificar y continuar el orden social existente. Eso incluye considerar como valores positivos la sumisión al marido, el matrimonio y la procreación como una forma preferente de autorrealización. En las sociedades machistas, tradicionalmente se ha adoctrinado a las niñas y jóvenes para limitar su ámbito de actuación a la vida doméstica, orientando su educación hacia actividades como bordar, limpiar, cocinar o cuidar a los hijos. Hasta los movimientos de emancipación femenina del siglo xx las universidades y academias de ciencias no admitían mujeres. No fue hasta la segunda mitad del siglo, en que les fue permitido a las mujeres el uso de pantalones en lugares públicos.” (“Wikipedia. Machismo”).

“El machismo como las actitudes del hombre, donde la agrupación de leyes, normas y características que provienen del ámbito cultural desde hace cientos de años; y tiene como objetivo, directa o indirectamente, someter a la mujer en todos los niveles, ya sea social, económico, laboral o afectivamente.

La concepción de varón es, en la práctica, la demostración de virilidad y una constante reafirmación de hombría, así como, la mujer es criada para ser sumisa con el fin de complacer y cuidar al hombre, sin importar los malos tratos y humillaciones hacia ella. Es por ello, que el varón debe sobre esforzarse por ganar y gozar de posiciones masculinas, lo que refuerza sus conductas machistas de poder, transmitidas desde la infancia (Fuller, 2012, como se citó en Arevalo, 2019). Por lo descrito se considera que las actitudes machistas se manifiestan desde la infancia de la persona en su hogar. Se sabe que la familia es el primer agente de socialización, y que la vivencia hogareña es la etapa donde las personas determinan sus comportamientos y aptitudes y estas son demostradas posteriormente, en varios ámbitos de la sociedad (Schiapa, 2015 como se citó en Arévalo, 2019). Es común observar, en las familias peruanas, la diferencia de roles entre mujeres y varones. Y son los hijos, quienes aprenden e imitan estas conductas machistas y lo manifiestan en la sociedad.” (Págs. 1-2. “Actitudes hacia el machismo y su influencia en la crianza de los hijos en varones y mujeres de la sierra. Tesis para optar el Título de Licenciada en Psicología. Sherly Estefani Misari Yupanqui. Lima – Perú. 2022.”).

“Pareciera que frente a la ausencia dijeran: nos bastamos solas y sin machos” (Santiago Ramírez Sandoval, médico y psicoanalista mexicano, en su obra, “El Mexicano, psicología de sus motivaciones”). Por increíble que parezca, es la misma madre la que promueve el machismo, al darles preferencia a sus hijos varones, por encima de las mujeres. Los quehaceres de la casa, los tienen que realizar las mujeres; o tener actitudes, tales como, “deja que tu hermana te sirva”. Los hombres y las mujeres, debemos de entender (racionalmente) y comprender (emocionalmente), que lo masculino y lo femenino forman parte de la naturaleza física, emocional y mental, de ambos géneros, y por este motivo, no debe de existir el predominio de ningún lado, sino al contrario: amor, comprensión y respeto mutuos.

Eduardo Flores Zazueta

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.