La Cosmovisión Ancestral permitía unir al Cielo con la Tierra

“La cosmovisión ancestral, la visión del mundo, se refiere a la forma en que diferentes culturas especialmente las originarias, perciben e interpretan el mundo que los rodea; incluyendo su relación con la naturaleza, lo sobrenatural y la sociedad. Implica una visión holística del universo, donde lo natural y lo cultural, lo individual y lo colectivo, lo humano y lo divino están interconectados. La espiritualidad es central; los rituales y ceremonias son formas de conectar con el mundo espiritual y mantener el equilibrio.” (“Wikipedia. Cosmovisión”). Estas interacciones, actualmente las estudia la Arqueoastronomía.
¿Qué es la Arqueoastronomía?

La Arqueoastronomía es la disciplina que estudia cómo las civilizaciones antiguas observaron, interpretaron y plasmaron el cielo en su arquitectura, rituales y organización social. A través de la alineación de templos, pirámides, observatorios y ciudades enteras con fenómenos como los equinoccios, solsticios, pasos cenitales o salidas helíacas de estrellas. Los pueblos antiguos integraron el firmamento a su vida agrícola, religiosa y política. Estas construcciones no sólo respondían a criterios prácticos —como marcar el inicio de las siembras o el calendario ceremonial—, sino que también expresaban una cosmovisión en la que el Cielo y la Tierra formaban un todo sagrado.
Su fundamento científico.

La Arqueoastronomía, se apoya en diversas disciplinas científicas para llevar a cabo su investigación y análisis. Estas son algunas de las principales ciencias en las que se basa:
- Astronomía. La astronomía es fundamental en la Arqueoastronomía, ya que proporciona el conocimiento científico sobre los fenómenos celestes y los ciclos astronómicos. Los arqueoastrónomos deben tener un buen entendimiento de los movimientos de los astros y las configuraciones celestiales para interpretar las alineaciones y relaciones astronómicas que están plasmados en los sitios arqueológicos.
- Arqueología. La arqueología es una disciplina clave en la Arqueoastronomía, ya que se encarga de investigar y analizar los restos materiales y estructuras arquitectónicas de las civilizaciones antiguas. Los arqueólogos desempeñan un papel fundamental al descubrir y excavar los sitios arqueológicos relacionados con la Arqueoastronomía, y también ayudan a insertar los hallazgos astronómicos dentro de un contexto cultural más amplio.
- Antropología. La antropología proporciona una comprensión cultural y social de las civilizaciones antiguas, lo que es crucial para interpretar los aspectos simbólicos y rituales relacionados con la astronomía en estas culturas. Los antropólogos ayudan a examinar cómo los conocimientos astronómicos se relacionaban con las creencias, mitos, rituales y sistemas de cosmovisión de las civilizaciones pasadas.
- Geografía y Topografía. La Geografía y la Topografía son importantes para comprender la relación entre los sitios arqueológicos y los fenómenos astronómicos. El conocimiento de la ubicación geográfica de los sitios y las características del paisaje circundante, pueden ayudar a identificar patrones astronómicos y alineaciones específicas en relación con el entorno físico.
- Matemáticas y Estadísticas. La Arqueoastronomía a menudo utiliza métodos y técnicas matemáticas y estadísticas para analizar y modelar los datos astronómicos y arqueológicos. Estas herramientas son esenciales para determinar patrones; calcular distancias, áreas y volúmenes; así como validar las interpretaciones.
La unión del Cielo con la Tierra.
“Desde la antigüedad, las civilizaciones han utilizado la observación del cielo para orientarse; construir edificios y templos; establecer calendarios; marcar festividades religiosas y desarrollar sistemas de agricultura. Aquí se presentan algunos ejemplos destacados de la Arqueoastronomía en diferentes partes del mundo.
En las Culturas Anahuacas.

En México, estudios clásicos como “El Misterio de las Pirámides Mexicanas”, de Peter Tompkins y Hugh Harleston, han destacado cómo las grandes urbes prehispánicas —como Teotihuacán o Chichén Itzá— fueron concebidas como observatorios monumentales, orientados con precisión a eventos celestes que aún hoy sorprenden por su exactitud y simbolismo.

- Teotihuacán. Es una antigua ciudad precolombina cercana a la Ciudad de México, conocida por sus impresionantes pirámides del Sol y de la Luna. Estas estructuras están alineadas con eventos astronómicos clave, como los equinoccios y solsticios.
- Chichén Itzá. Es un sitio arqueológico maya situado en la península de Yucatán, famoso por la pirámide de Kukulkán, también conocida como ‘El Castillo’. Esta pirámide muestra fenómenos astronómicos notables, como el famoso ‘descenso de la serpiente emplumada’ durante los equinoccios.
- Monte Albán. Esta antigua ciudad zapoteca en el estado de Oaxaca, tiene una serie de observatorios astronómicos, como el ‘Edificio J’, que está alineado con eventos astronómicos importantes como la salida y puesta del sol en los equinoccios y solsticios.
- Palenque. Es un sitio arqueológico maya en Chiapas. Sus estructuras principales, como el ‘Templo de las Inscripciones’, están alineadas con movimientos astronómicos. Además, los jeroglíficos y las inscripciones en el sitio ofrecen información sobre la cosmovisión y el conocimiento astronómico de los antiguos mayas.
- El Tajín. Es un sitio arqueológico totonaca ubicado en Veracruz, caracterizado por sus impresionantes estructuras y relieves. El ‘Templo de los Nichos’, presenta una alineación especial con respecto al sol durante los equinoccios.
- Tikal. Es uno de los sitios arqueológicos mayas más importantes de América Central. Sus estructuras, como el ‘Templo del Gran Jaguar’ asentado en la ‘Gran Plaza’, está alineado con eventos astronómicos; emplazamiento que fue utilizado para observaciones astronómicas y rituales relacionados con el cielo.
En las Culturas Incaicas.
América Latina es una región rica en sitios arqueoastronómicos, que evidencian la relación de las antiguas culturas con los fenómenos astronómicos.

- Machu Picchu (Perú). Esta antigua ciudad inca ubicada en los Andes peruanos, presenta varias estructuras arqueoastronómicas. El Intihuatana, es una piedra tallada que servía como un dispositivo para medir y marcar los equinoccios y solsticios.
- Tiahuanaco (Bolivia). El sitio arqueológico de Tiahuanaco, es conocido por su complejo ceremonial y sus monumentos megalíticos. La ‘Puerta del Sol’ y la ‘Puerta de la Luna’, están alineadas con eventos astronómicos clave, y se utilizaban para marcar los equinoccios y solsticios.
- Cuzco (Perú). La antigua capital del Imperio Inca, contiene varios templos y estructuras que muestran alineaciones astronómicas. El ‘Templo del Sol’, en el complejo de Sacsayhuamán, es famoso por su diseño en forma de puma que se alinea con eventos astronómicos.
- Caral (Perú). Considerada una de las ciudades más antiguas de América, cuenta con una pirámide escalonada y otros edificios que tienen alineaciones con eventos astronómicos, como los equinoccios y solsticios.
En otras regiones del planeta.

- Pirámides de Giza. Construidas por los faraones de la cuarta dinastía Keops, Kefrén y Micerino, están situadas muy cerca de la ciudad de El Cairo, en Egipto. Concebidas para la eternidad, ellas son el vivo testimonio de una mentalidad religiosa, pero también de un imperio poderoso y próspero, cuya vocación de poder le permitió sostenerse por más de 3,000 años.
- Abu Simbel (Egipto). El ‘Templo de Ramsés II’, está diseñado para que dos veces al año, la luz solar ilumine las estatuas del santuario interior.
- Karnak (Egipto). Los ejes del templo están alineados con el amanecer del solsticio de invierno y con fenómenos solares ligados al calendario agrícola del río Nilo.
- Stonehenge (Inglaterra). Alineado al amanecer con el solsticio de verano y al ocaso con el solsticio de invierno, posicionado como un marcador estacional y ceremonial.
- Newgrange (Irlanda). Túnel megalítico orientado al amanecer con el solsticio de invierno, iluminando su cámara central.
- Mesa Verde (EE.UU.). Alineaciones solares y lunares usadas por los pueblos anasazi para sincronizar actividades agrícolas.
- Angkor Wat (Camboya). Los ejes del templo están alineados con los equinoccios, integrando cosmología hindú y topografía sagrada.” (“Tecnopia. La Arqueoastronomía, su historia y lugares para visitar”).
Las Líneas Geomagnéticas.

El campo magnético terrestre, está formado por unas retículas que se conocen como redes globales y que constituyen canales preferentes de circulación de la energía.
- “Líneas Ley. Son líneas rectas que conectan distintos puntos energéticos del planeta. Se extienden a través de montañas, templos, dólmenes, pirámides y otros lugares considerados sagrados por múltiples culturas. Estas líneas no son simples coincidencias geométricas; forman parte de una red de energía que atraviesa la Tierra y distribuye su fuerza vital a través de nodos estratégicos.” (“Gaia. Qué son las Líneas Ley o Leylines y qué misterio ocultan”).
- “Líneas Hartmann. Conforman una red de fuerza, también conocida como red Hartmann, en forma de cuadrícula orientada norte-sur. Las líneas de esta cuadrícula están alineadas norte-sur cada 2 metros y este-oeste cada 2.50 metros aproximadamente.
- Líneas Curry. Son unas rectas con orientación noreste-suroeste y noroeste-sureste con una separación entre una línea y la siguiente de entre 4 y 16 metros. La intensidad de sus radiaciones se incrementa en los puntos donde se cruzan sus dos orientaciones.” (“Carlesuria. Líneas Hartmann y Curry”).
Las Líneas Ley en los Centros Mundiales de Peregrinaje.

Así como la Torre Eiffel no fue diseñada y colocada al azar en París, la Ciudad Luz; asimismo, existe una correlación entre el geomagnetismo de la Tierra y los Lugares Sagrados de las diversas Tradiciones Religiosas. Así nos lo confirma el Avatar de esta Era de Acuario, el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière en su magna obra, “Yug Yoga Yoghismo. Una Mathesis de Psicología”. “Los Centros magnéticos donde se forman las Escuelas Iniciáticas no son el producto del azar, ni tampoco producto de lugares milagrosos. A este respecto se conoce la disposición tan equilibrada de los lugares de peregrinaje importantes, que de hecho están unidos el uno con el otro por una línea geomagnética. Cuando uno analiza la costa occidental de Europa con su perfil mediterráneo cae en la cuenta de que es la reproducción (un poco más recortada) de la costa sur-oeste de Asia: si la costa ibérica avanza en el mar como Arabia, encontramos igualmente una relación entre la ‘bota’ italiana en el Mediterráneo y la punta avanzada de la India en el Océano Indico; aun Sicilia sería algo así como una copia de la isla de Ceilán. Además se recordará que cuatro importantes lugares están considerados como SAGRADOS en Europa e igualmente por su parte en el Asia. Tenemos en Europa: Roma, Santiago de Compostela en España, el popular Lourdes, y Paray-le-Monial en Francia; así como en Asia cuatro sitios importantes de peregrinaje se reparten la popularidad como lugares santos: Jerusalén para los judíos (como para los cristianos), La Meca para los musulmanes, Benarés que atrae en las orillas del Ganges a toda la población hindú, y Lhasa en el Tíbet donde queda la Capital Sagrada de los budistas. El asombro llega a su plenitud cuando, ignorando el asunto, se descubre que al prolongar una línea trazada de Paray-le-Monial a Roma encontraría en su extremo: La Meca; así mismo al prolongar la línea Lourdes-Roma se llegaría a Jerusalén; una raya pasando de Santiago a Jerusalén ofrece como punto de llegada: Benarés en la India; y una línea saliendo de Santiago y pasando por Roma desemboca en: Lhasa en el Tíbet.” (Pág. 204. Op. cit.).

En otra de sus magnificas obras, señala lo siguiente: “Una línea recta de Paray-le Monial a Roma alcanzaría, prolongándola: La Meca (centro espiritual de los musulmanes). Prolongada la línea Lourdes-Roma, tendremos Jerusalén (hogar judío-cristiano); con la línea Santiago-Roma, prolongada, tocaríamos Lhasa (centro del budismo). Trazando una recta Santiago-Jerusalén y prolongándola, se llegaría a Benarés (lugar sagrado de los hindúes). Estas cuatro ciudades de Europa unidas de este modo a 4 ciudades de Asia permiten ver que las fuerzas naturales juegan también sobre el plano de la Física como de las leyes metafísicas (aglomeración de fuerzas materiales en paralelo con un poder espiritual). De este modo, las cuatro grandes éticas, basadas sobre el principio esotérico, alimentan el pensamiento humano, clasificándolo en una u otra categoría: budismo, vedismo, islamismo y judeocristianismo”. (Pág. 27. “Los Propósitos Psicológicos. Tomo IV. Hacia una Edad de Paz. Teocracia y Tíbet”).
Macrocosmos y Microcosmos.

El Macrocosmos es el Universo en su conjunto, mientras que el Microcosmos es el Ser Humano, considerado como un reflejo o réplica de ese Universo. Nuestros Ancestros no solo comprendían su vínculo con el Universo, sino que lo incluían en todas sus actividades y manifestaciones: construcciones, calendarios, rituales y sistemas de creencias. Para nuestra propia supervivencia, necesitamos recuperar esa misma Cosmovisión. Toda esta magnificencia Ancestral, me recuerda al gran poeta, pintor y grabador británico William Blake, quien en su poema “Augurios de Inocencia” exclamó: “Ver un mundo en un grano de arena y un cielo en una flor silvestre. Sostener el infinito en la palma de la mano y la eternidad en una hora”.
Eduardo Rafael Flores Zazueta