La Orden Iniciática de los Caballeros del Templo

La Orden Iniciática de los Caballeros del Templo

“La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón (en latín, Pauperes Commilitones Christi Templique Salomonici), también llamada la Orden del Templo (en la forma afrancesada dicen Orden del Temple), cuyos miembros son conocidos como caballeros templarios; fue una de las órdenes monásticas militares católicas más poderosas de la Edad Media. Se mantuvo activa durante algo menos de dos siglos. Fue fundada en 1118 por nueve caballeros franceses, liderados por Hugo de Payns tras la primera cruzada. Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén tras su conquista (principalmente desde la ciudad portuaria de Jaffa). La orden fue reconocida por el patriarca latino de Jerusalén Garmond de Picquigny, que le impuso como regla la de los canónigos agustinos del Santo Sepulcro. Esta regla, dentro del contexto templario, es conocida como ‘Regla latina’.” (“Wikipedia. Caballeros templarios”).

Una Orden Caballeresca que transmitía el Conocimiento Tradicional.

El Avatar de la Era de Acuario, el Dr. Serge RaYNaud de la FerRIère nos relata brevemente la historia de esta Orden Iniciática, que marcó un doble hito: cultural y espiritual en la Europa Occidental durante la Edad Media. “Entre las numerosas secciones pertenecientes a la Gran Fraternidad Universal (denominada siempre Fraternidad Blanca a causa de los Vestidos Blancos usados por todos sus miembros), hay un grupo que fue célebre en la historia del mundo: los Templarios.

Los Caballeros del Templo tenían al principio el nombre de Caballeros de Cristo, porque algunos de los compañeros de Godofredo de Bouillón, permanecieron cerca del Maestro Patriarca de Jerusalén y habían decidido consagrarse a la defensa de los penitentes que iban a los Santos Lugares y a la defensa del Santo Sepulcro. Con Hugo de Payns se reunieron Godofredo Bisol, A. de Saint Agnan, Pagan de Montdidier, Gondemar, Rossal, Andre de Montbernard y Hugo Primero Conde de Champagne. Estos Caballeros Franceses fueron animados por el Patriarca, quien recibió de ellos la primera juramentación; era en 1118 y la comunidad quedó oficialmente formada.

Como el Rey de Jerusalén Balduino II (1131), les dio asilo en su palacio, cerca del sitio designado como el antiguo lugar del Templo de Salomón [“SOL-OM-MON: Sol-AUM-Luna”; con este profundo significado esotérico lo describió el Maestre RaYNaud de la FerRIère]. Estos Caballeros adoptaron el nombre de Templarios (Templarii). El Papa Honorio III confirmó el reglamento de esta Orden que contenía 72 artículos y así tuvo lugar la fundación de los Fraters Millitae Templi. El reglamento determina dar a los Caballeros una capa blanca con capucha que se otorga con un ritual especial, mientras que el Novicio está de rodillas y los Hermanos Mayores cantan el Salmo Ecce quam bonum y pronuncian la oración consagrada por el ritual de esta ceremonia de la investidura de la Orden (ver Apocalipsis, Cap. III, ver. 18; Cap. IV, ver. 4 [“Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas”]; Cap. VI, ver. II; Cap. VIII, ver. 13; Cap. XIX, ver. 14).

La orden toma poco a poco importancia y ya en la primera reunión en Jerusalén hubo 300 Caballeros asistentes. Al Capítulo de París el 27 de abril del año 1147, los Hermanos asistieron en gran número porque la Casa del Templo era no solamente la Jefatura de la Orden de los Templarios en Francia, sino el Centro de toda la Orden. Esta casa fue fundada el año 1140 bajo el nombre de la ‘Villanueva del Templo’.

En 1291, los Templarios, últimos cristianos, defendiendo la causa de los Cruzados fueron vencidos en San Juan de Acre por los Sarracenos, y terminaron por evacuar el continente Asiático, refugiándose en la isla de Chipre. De 1296 a 1304 la Orden fue mezclada en las desavenencias que reinaron entre el Papa Bonifacio VIII y Felipe el Hermoso. La muerte del Papa Bonifacio VIII, el 11 de octubre de 1303, puso fin a la querella.

El rey Felipe el Hermoso se hallaba en situación inquietante por falta de dinero, y solamente los Templarios fueron quienes accedieron a prestarle fuertes sumas; pero el rey fue poco escrupuloso para reembolsarlas, siendo ésta la causa por la cual se interesó en hacer desaparecer la renombrada Orden. Este amo absoluto para la elección del nuevo Papa, escogió entre los prelados más ambiciosos, sabiendo que no se le objetaría ni se le rehusaría nada. Fue el Arzobispo de Burdeos en quien pensó Felipe el Hermoso: Bertrand du Got, amigo de la infancia y a quien se eligió Papa, el 5 de junio de 1305, bajo el nombre de Clemente V.

Felipe el Hermoso impuso al Papado la destrucción de la Orden la cual se facilitó por las dificultades que habían sufrido los Templarios en Oriente desde la segunda mitad del siglo XIII, en que tuvieron que volver a sus vastos dominios de Europa y principalmente a Francia, su patria. En la casa de los Templarios en París el rey obtuvo asilo en 1306 cuando la multitud deseó matarle, lo que pareció avivar la cólera del rey contra la célebre Caballería, que él juró exterminar.

En 1298 murió el Venerable Monje Gaudini y un voto unánime de los Templarios había llevado a la jefatura como Gran Maestre a Jacques de Molay[1], quien se preparaba a recuperar los lugares perdidos por los Hermanos de la Caballería cuando el Papa lo llamó a Francia para concertar sobre la reunión de las Ordenes Templaria y Hospitalaria (fundada, la última en 1099, por G. Toxn), lo cual no tuvo éxito. Los Templarios siguieron al Gran Maestro y se dispersaron entre las numerosas Comandancias que poseía la Orden en todos los países.

[1]El nombre completo, del último Gran Maestre de la Orden fue Jacques Bernard de Molay. Lo interesante es que las iniciales de Jacques Bernard, contienen las siglas de las columnas del “Templo de Salomón”: “Según la Biblia, Boaz y Jachin, eran dos pilares de cobre, latón o bronce que se encontraban en el pórtico del ‘Templo de Salomón’, el ‘Primer Templo de Jerusalén’. Se utilizan como símbolos en la masonería y, a veces, en la arquitectura religiosa”. (“Wikipedia. Booz y Jaquín”). En el Antiguo Testamento podemos leer: “Y colocó las columnas delante del templo, una a la mano derecha, y otra a la izquierda; y a la de la mano derecha llamó Jaquín, y a la de la izquierda, Boaz.” (2 Crónicas 3:17). El hebreo se lee de derecha a izquierda.

Los Templarios poseían 9,000 Comandancias en Europa; a fines del siglo XIII, 15,000 caballeros pertenecían a Francia, y la Orden estaba distribuida en 17 provincias diseminadas en un gran número de lugares aislados. ‘El crimen’ de la Orden, descansaba sobre todo en su independencia, pues en sus reglamentos no reconocían más Superior que Dios.

Un día Felipe el Hermoso solicitó pertenecer a la Orden y no pudo obtenerlo, no obstante sus esfuerzos, pues, la Constitución de la Orden no era política. Para vengarse de lo que él consideró una afrenta, a la vez que sentía el amor propio herido por haber sido salvado en 1306, cuando los Templarios pudieron haberle abandonado a su suerte y sin embargo le protegieron del furor popular, que lo perseguía por el decreto del cambio inmediato del título de la moneda, Felipe el Hermoso decidió dar fin a los Templarios en el principio de Septiembre de 1307. Desde su misma residencia en la Abadía de Saint Maclou de Pontoise, el rey dirigió cartas de su puño y letra a las provincias con orden de arrestar a todos los Templarios, el mismo día y a la hora del alba.

No obstante, la víspera de su arresto, el 12 de Octubre de 1307, Jacques de Molay, asiste en presencia del rey a los funerales de Catalina de Courtenay, la nieta de Balduino II (1217-1272), el Emperador de Constantinopla y segunda esposa de Carlos de Valois. Al día siguiente (13 de Octubre de 1307), el Gran Maestre Jacques de Molay fue arrestado en el Templo con 140 de sus Caballeros, en tanto que el mismo día Felipe el Hermoso se instalaba en un lugar adecuado, para supervisar el inventario de los bienes de sus capturados. El proceso comenzó inmediatamente con todos los horrores muy conocidos: falsas denuncias, confesiones arrancadas por la tortura, violencias, etc., prolongándose los tormentos durante cuatro años, es decir, desde el 13 de Octubre de 1307 hasta el 13 de abril de 1311.

El 19 de Marzo de 1313, en el atrio de la iglesia de Nuestra Señora de París, el Gran Maestro de los Templarios apareció sobre el estrado, después de haber rechazado la libertad que se le ofreció si hacía las revelaciones Iniciáticas que se le exigían. Prefirió la muerte con su conciencia pura y justa, al rechazar las ofertas con desdén, antes que la venta de su espíritu. Aquella misma noche, protestando su inocencia y la de su Orden, Jacques de Molay murió en medio de las llamas mostrando una energía y una resignación dignas de su virtud.

Cuando se le iba a amarrar al poste, y atar las manos a la espalda para encender la hoguera, dijo: ‘Al menos déjenme juntar un poco las manos si es ya el momento. Voy a morir ahora, y Dios sabe que es una injusticia, pero con la convicción de que esta muerte será vengada. Que siquiera volteen mi cara hacia Jesús Cristo ya que fui su fiel servidor’.

He aquí en forma breve la historia de esta Orden, semi-religiosa y Caballeresca, que duró 200 años y prosiguió bajo el silencio, pues los miembros escapados del suplicio se dispersaron y formaron pequeños grupos ocultos transmitiéndose las verdaderas enseñanzas de la Orden. En efecto, la historia ha presentado a los Templarios en su forma exotérica habitual, aun cuando la Institución tenía una Misión más elevada todavía que la defensa de los peregrinos: la Transmisión de la TRADICION INICIATICA.” (Págs. 203-208. “Los Grandes Mensajes. Segundo Mensaje. Los Centros Iniciáticos. Los Templarios”).

El alfabeto secreto de los Templarios.

Los Templarios tenían un sistema de comunicación criptográfica; palabra que proviene del griego kryptós, secreto y graphé, escritura; literalmente escritura secreta. La criptografía, es el arte de escribir algo que no se puede entender a menos que se tengan las claves. (Pág. 211. Op. cit.).

El Baphomet.

Los Templarios fueron acusados de adorar a Baphomet, una figura representada frecuentemente como un humanoide con cabeza de cabra, pero esotérica y filológicamente dicha palabra nunca significó “chivo”, ni siquiera cosa alguna tan objetiva como un ídolo. “Suele relacionarse también el nombre Baphomet con la fusión de dos términos griegos cuyo significado aproximado es el de ‘bautismo de sabiduría’. Otros estudiosos dicen que su nombre puede derivar de una corrupción de Mahoma. También se puede tomar en cuenta no como origen de la palabra sino más bien un anagrama intencionado en la misma, ‘Baphomet’ a la inversa: ‘Temohpab’, separándolo sería ‘Tem-o-h-p-ab’; ‘Templi omnium hominem pacis abas’, ‘Paz del padre a todos los hombres del templo’. Esta forma de interpretar la palabra era altamente secreta y oculta hasta ahora.” (“Wikipedia. Baphomet”).

La Catedral de Notre Dame de París.

“Nuestra Señora de París está construida sobre una antigua capilla de los Templarios, a su vez edificada sobre un punto magnético. La catedral de México se edificó sobre el templo azteca, que era a su vez un santuario de Iniciación del colegio de Calmécac.” (Pág. 181. Op. cit.).

La Cruz Templaria y el Nuevo Mundo

¿Por qué las carabelas de Cristóbal Colón, siglos después de la caída de la Orden, llevaban en su velamen la Cruz Templaria? “Algunos autores han afirmado que los Templarios iban y venían con un cargamento completo de oro y plata procedentes de América. Esta hipótesis tiene su base en que los Templarios manejaban una cantidad abrumadora de oro y plata que no existía para esa época en Europa. Incluso luego de su disolución de la Orden el 13 de Octubre de 1307, los gobernantes de Europa se dieron cuenta que las pocas minas de oro que había eran insuficientes. Cabe destacar entre otras cosas que la flota templaria anclada en La Rochelle, se desvaneció como si nunca hubiera existido. Hay constancia histórica de la existencia de esa flota, pero lo cierto es que Felipe el Hermoso, no encontró el tesoro de los Templarios. Una de las teorías que señalan hacia donde pudo zarpar la flota templaria, es en América.” (“El Paletero de Gazcue. Enigmas del mundo ¿Llegaron los Templarios a América?”).

Los Sabios Constructores de las Catedrales Góticas unieron la Tierra con el Cielo.

Como un fractal, las Catedrales Góticas de Francia tienen una correspondencia exacta con la Constelación de Virgo[2]. “Existe, en lo que antaño fuera la Galia belga, en las antiguas provincias de Champaña, Picardía, Île-de-France y Neustria, cierto número de catedrales bajo la advocación de Nuestra Señora (las de los siglos XII y XIII). Ahora bien, esas iglesias trazan sobre el terreno, y casi exactamente, la constelación de Virgo tal como se presenta en el cielo. Si superponemos a las estrellas los nombres de las ciudades donde se hallaban esas catedrales, la Espiga de la Virgen sería Reims; Gamma, Chartres; Zeta, Amiens, Épsilon, Bayeaux. En las estrellas menores encontramos Évreux, Étampes, Laon, todas las ciudades con Nuestra Señora. Encontramos asimismo, en la posición de una estrella menor, cerca de la Espiga, a Nuestra Señora de la Espina, que fue construida mucho más tarde, pero cuya construcción revela también algún misterio.” (Págs. 47-48. “Las Puertas Templarias”. Javier Sierra). La correspondencia que existe entre la Constelación de Virgo con las principales Catedrales Góticas de Francia, a la que el escritor y periodista español Javier Sierra hace referencia y detalla minuciosamente, la dio a conocer el historiador, periodista y escritor francés Louis Charpentier en su magnífico libro: “El enigma de la catedral de Chartres”.

[2]La Era Zodiacal de Piscis se desarrolló desde el 21/03/01 hasta el 20/03/1948 y le correspondió la región geográfica de Europa. Recordemos que la ciudad de París, esotéricamente tiene en su etimología las raíces griegas Pharias Isis, que significa el Faro de Isis. El Signo opuesto a Piscis es Virgo, a 180° uno del otro; por este motivo se exalto la figura de la Virgen María y se convirtió en un culto religioso muy importante para Occidente, en sus muy diversas advocaciones.

“Refiriéndonos al signo opuesto o complementario al de Piscis es Virgo, la Virgen que preside la casa sexta cósmica y cuyo regente es Mercurio o Hermes, en su aspecto femenino. Por ello, el culto a la Virgen, a la Madre eterna o celeste es la tónica mística o esotérica del signo de Piscis en todo el decurso de su predominancia histórica. Esa generalizada devoción a la Madre es, pues, de raíz sideral o astrológica y responde claramente a las características complementarias del signo.” (Pág. 76. El Horóscopo del Mundo. La Clave Astral de la Historia y la Era de Acuario que comienza”. Josefina Maynadé).

“El Mago”: el Arcano Mayor del Tarot con el número I.

El número uno del primer Arcano del Tarot (del egipcio tar, real y ro, senda; es la Senda Real del Conocimiento), representa al Uno sin segundo; la Unidad de la Yoga; el Principio Primigenio; el Absoluto; el “Motor Inmóvil”, como la “Causa Primera” de Aristóteles; el “Ipalnemohuani”, “aquel por quien se vive” o “Moyocoyatzin”, “el creador de sí mismo”, ambos de la Filosofía Náhuatl; “Itzamná”, el Dios Maya de la Creación, etc. El Mago nos representa como Seres Humanos. Nuestra cabeza apunta hacia el Cielo y nuestros pies están bien plantados sobre la Tierra: somos el puente que une la Tierra con el Cielo. De esta manera, si nuestra Consciencia está en el Aquí (Espacio) y en el Ahora (Tiempo), realizamos al Infinito.

Eduardo Flores Zazueta

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