En lo positivo: es creativa, magnánima, generosa, alegre, divertida, entusiasta y buena organizadora; es abierta, con mucho sentido del humor, afectuosa y buena amante; es sociable, brillante, con un aguzado sentido de la oportunidad, sibarita, optimista, exitosa y líder.

En lo negativo: es orgullosa, inmadura, prepotente, jactanciosa, egoísta y ególatra; es envidiosa, vanidosa, frívola, irritable, tirana y con un exagerado deseo de ser vedette; es ambiciosa, quiere brillar, poseer la gloria y el poder; se preocupa mucho por la posición social, es dogmática e intolerante.

Las Eras Zodiacales.

“En astronomía, la precesión de los equinoccios o precesión axial es el cambio lento y gradual en la orientación del eje de rotación de la Tierra, que hace que la posición que indica el eje de la Tierra en la esfera celeste se desplace alrededor del polo de la eclíptica, trazando un cono y recorriendo una circunferencia completa cada 25,776 años, período conocido como año platónico, de manera similar al bamboleo de un trompo o peonza. El valor actual del desplazamiento angular es de 1 grado cada 71.6 años.” (“Wikipedia. Precesión de los equinoccios”).

Los Ejes Zodiacales.

La Rueda Zodiacal forma una esfera. Cada Signo tiene otro que es opuesto, por estar a 180° del primero. Poseen características contrarias, pero a la vez, son complementarias. El Signo que corresponde a la Era vigente, es celeste y de polaridad masculina; da su tónica y características a todas las actividades humanas: en política, economía, educación, etc. El Signo opuesto, es terrestre y de polaridad femenina; influye en la psicología femenina y en la expresión religiosa, durante todo ese periodo.

El Eje Zodiacal Piscis-Virgo.

La Era Zodiacal de Piscis, con su doble influencia Piscis-Virgo, transcurrió desde el año 1 d.C., hasta el 20 de marzo de 1948. Por esa influencia astral, se mencionan los peces, como un símbolo en los Evangelios: los discípulos de Jesús eran pescadores; propició pescas milagrosas; multiplicó el pan y los peces para que comieran sus seguidores y los primeros cristianos se identificaban con la figura del pez (vesica piscis, vejiga de pez, en latín).

El Signo Virgo en la Psicología Femenina.

Femenino: es pasiva y receptiva. Adopta un enfoque más sutil y pasivo a la hora de enfrentarse a los retos, o al trabajar por el cambio.

Elemento Tierra: perseverante, firme y estable. Prefiere lo concreto, lo lógico, lo pragmático y lo palpable.

Modalidad Mutable: es flexible y adaptable, puede llegar a ser un tanto inestable.

Mercurio su planeta regente: muestra inteligencia, listeza, lógica, minuciosidad y sentido crítico.

Virgo positivo: servicial, analítica, perfeccionista, exigente, ordenada, pulcra, meticulosa, aseadora, sistemática, laboriosa, modesta, lógica, previsora y práctica.

Virgo negativo: hipercrítica, quisquillosa, exigente, remilgada, hipocondriaca, escéptica, incrédula, tacaña, con complejo de inferioridad, inhibida, poco o nada afectuosa; toma demasiadas responsabilidades, porque no le gusta delegar.

Si analizamos las actitudes y comportamientos de nuestra madre y abuelas paterna y materna, veremos que ellas de manera predominante se manifestaban de esa forma. Fue tan marcada la figura de la Virgen, que a las mujeres se les exigía que llegaran vírgenes al matrimonio. La mujer abnegada, era una de las formas para describir a la mujer que se dedicaba al cuidado del esposo, de los hijos y de realizar los quehaceres del hogar. La palabra abnegación, significa el negarse a sí misma, es decir, es la acción o actitud de renunciar a los propios deseos o intereses en beneficio de otras personas.

En su Manifestación Religiosa.

La artista, teósofa, pedagoga y escritora española, Josefina Maynadé, escribió: “Refiriéndonos al signo opuesto o complementario al de Piscis es Virgo, la Virgen que preside la casa sexta cósmica y cuyo regente es Mercurio o Hermes, en su aspecto femenino. Por ello, el culto a la Virgen, a la Madre eterna o celeste es la tónica mística o esotérica del signo de Piscis en todo el decurso de su predominancia histórica. […] El lema astrológico de la casa VI que preside el signo de la Virgen es ‘el servicio’, la sumisión, la humildad. Su expresión psico-mental es la consagración a la humanidad.” (Pág. 76. “El Horóscopo del Mundo. La Clave Astral de la Historia y la Era de Acuario que Comienza”).

Por otra parte, el investigador de temas astrológicos y espirituales, José Mendoza Castillo, sobre este tema escribió: “Ya vimos que, en la era de Piscis, el descendente es Virgo. Por ello toda la era pisciana fue consagrada a una Virgen, que los cristianos atribuyeron a la Virgen María, madre de Jesús. Esto fue una convención, pues lo importante era que ella simbolizara los valores de la constelación de Virgo, o sea austeridad, disciplina, organización, castidad. Todo ello se manifiesta en las Órdenes Religiosas: franciscanos, dominicos, jesuitas, cistercienses, benedictinos, templarios, etc., todos los cuales estuvieron consagrados a la Virgen María. […] El descendente de Piscis es Virgo, por lo que la era de Piscis está fuertemente influenciada por la Virgen María, quien encarna el signo del ascendente de la era. Dentro de todas las Órdenes Religiosas que se han consagrado a la Virgen María, son los franciscanos los que asumieron las cualidades y características del signo Virgo (austeridad, disciplina, trabajo metódico, castidad, etc.).” (Págs. 84-85 y 90. “La Era del Aquarius. Influencias y Profecías para nuestro Planeta”).

El Eje Zodiacal Acuario-Leo.

La Era Zodiacal de Acuario, con su doble influencia Acuario-Leo, inició el 21 de marzo de 1948 y tendrá una duración de más de 2,000 años.

El Signo Leo en la Psicología Femenina.

Masculino: es de acción y de aprovechar el momento; es hacer que las cosas sucedan y cambiar lo que no le conviene con sus acciones y elecciones.

Elemento Fuego: de pasión, energía, fuerza, claridad, voluntad, iniciativa e impaciencia, entusiasta, activa, ambiciosa, decidida e incluso impulsiva.

Modalidad Fija: perseverante y por eso, a la larga, siempre triunfa, pero hay falta de adaptabilidad.

El Sol es su regente: entusiasta, poderosa, majestuosa, idealista, pero también puede ser muy orgullosa, dominante, engreída, ostentosa e histriónica.

Lo positivo y negativo del Signo Leo, ya fue especificado al principio de este artículo.

En la actualidad, especialmente en las mujeres jóvenes, observamos que han copiado actitudes que eran típicamente masculinas: se expresan de manera irrespetuosa y con groserías; utilizan ciertas frases que son típicas de hombres, porque hacen referencia a los genitales masculinos; en su relación con los hombres, tratan y se dejan tratar como si fueran hombres; van a los antros con amigos, se emborrachan y dan espectáculos deplorables, se pelean con otras personas, vomitan en la calle, etc. En una ocasión me dijeron, que ahora los jóvenes no necesitan conocer sus nombres, porque tanto hombres como mujeres, todos son “weyes”.

Por si te quedara alguna duda: “La mujer de hoy se comporta agresivamente y pretende tomar la iniciativa en lo que se refiere a una relación de pareja, se interesa más por su figura, por verse mucho mejor cada día, sin tener que ser para un hombre, simplemente porque se quieren ver bien y se sienten bien; ahora ya no tiene tapujos ni para salir con un hombre fuera del matrimonio y tener relaciones sexuales con ellos, ya pasaron esos tiempos en que si el hombre quería tener relaciones sexuales con ella la mujer debía someterse a sus caprichos; ahora ellas tienen el poder en la cama y los hombres deberán someterse a lo que ellas digan”. (“Chicas de hoy. Mujer moderna vs. Mujer tradicional”).

En su Manifestación Religiosa.

Josefina Maynadé, señala lo siguiente: “Astrológicamente considerado, el signo de Leo ocupa, en el horóscopo arquetípico, la casa quinta. Tratándose del corazón del zodíaco, esa casa cósmica se halla consagrada al amor, a los hijos -en su más abstracto significado también- a los juegos, a las exhibiciones, a los espectáculos de arte, a las instituciones pedagógicas, a la educación, al bienestar, a la opulencia, a la armonía. La aplicación de tales predicados, insinúa ante todo el valor que la nueva era otorgará a la educación, a la nueva formación, libre e integral, de la humanidad acuariana, a su cultura espiritual, al eterno sentimiento cósmico del amor. La filosofía del corazón unida a la de la mente superior en la Nueva Era, especialmente en el aspecto espiritual, conducirá lentamente a la humanidad al más elevado concepto de la súper religión que hermanará a todos los hombres y mujeres del mundo, más allá de su raza, .de su país, de su tradición. Así los hombres del mañana se hallarán más cerca unos de otros, más aptos para su tolerancia, la amistad y la mutua comprensión.” (Págs. 94-95. “El Horóscopo del Mundo. La Clave Astral de la Historia y la Era de Acuario que Comienza”).

A su vez, José Mendoza Castillo, precisa lo siguiente: “En la era de Aquarius, el descendente es el signo de Leo (León), el cual imprime una grandeza especial a las características del signo de Aquarius, y las hace más fuertes. Así, la paz sea hace Paz Universal; la fraternidad, Gran Fraternidad Universal. El gobierno de los iniciados de Aquarius, es una teocracia dirigida por un gran Consejo Supremo que los antiguos interpretaban como Monarquía Única. Es un gobierno rigurosamente centralizado, manejado con manos de hierro, pero con ‘guantes de seda’; una especie de Imperio Universal de iniciados; más propiamente se constituiría el legendario y antiquísimo ‘Imperio del Sol’, similar al que habría existido en el igualmente legendario continente Mu. Esa es la razón por la que el Avatar (el Cristo) de esta era sea llamado Cristo Rey, quien inauguraría el tan esperado Reino de Dios bíblico (el ‘reino’ no puede estar más relacionado con el signo del León, el rey de los animales, el descendente astrológico de la era de Aquarius). (Págs. 84-85. “La Era del Aquarius. Influencias y Profecías para nuestro Planeta”).

Actualmente, la energía masculina de Leo, proveniente del Cosmos, es tan fuerte y hasta cierto punto irresistible, que las mujeres han copiado el modelo masculino que conocen, pero esto, no tiene que ser necesariamente así. Tienen que valorar el Principio Masculino que mora dentro de ellas y proyectarlo hacia afuera, como generosidad, dignidad, entereza y nobleza. “El animus y el ánima son arquetipos internos o representaciones inconscientes. Jung, psiquiatra visionario cuya obra mantiene hoy una extraordinaria vigencia, denominó animus a la parte masculina de la psique de la mujer, y ánima a las cualidades femeninas de la psique del hombre. La polaridad masculina implica movimiento, es la acción de engendrar, de penetrar, la capacidad de explorar el mundo y de ir en busca de lo que se quiere. Es la iniciativa, la lógica, la mente. La polaridad femenina es la capacidad de entrega y de receptividad, la ternura, fecundidad, contemplación e intuición. El cuerpo frente al espíritu. […] El alma del hombre es de naturaleza femenina, y la de la mujer masculina. Jung dice que los hombres son masculinos por fuera y femeninos en su interior, mientras quelas mujeres son femeninas exteriormente y masculinas por dentro. Las mujeres son receptivas por fuera pero penetrantes y duras en su interior, y los hombres son agresivos y fuertes por fuera pero blandos y protectores por dentro. Cuando las mujeres conectan con su interior encuentran lógica, competitividad, firmeza, poder personal y reflexión. Cuando los hombres vislumbran su interior muestran vulnerabilidad, compasión, sabiduría, deseo de unidad y tolerancia. El ánimus es un arquetipo inconsciente que se revela como la imagen interna que tiene la mujer del hombre, lo masculino interno de la mujer. Por su parte, el ánima es la imagen inconsciente de la mujer en el hombre, lo femenino interno del hombre. Ambos arquetipos generan atracción a través de la proyección de esa imagen interna en el exterior.” (Blog de Ascensión Belart. “Un Viaje hacia el corazón. Los arquetipos animus, ánima”).

Eduardo Flores Zazueta