La Misión Espiritual de México
“Todas las civilizaciones atraviesan diferentes etapas cuyo desarrollo no es lineal, sino que es en espiral: la Etapa Sagrada, la Heroica, la Humana y la de Rebaño. Actualmente concluimos la Etapa de Rebaño, lo cual nos abre paso a una nueva Era Sagrada, cuyos primeros signos desencadenan una transformación de la conciencia. El papel que México tiene en el nacimiento de la Nueva Era y su consecuencia más trascendental es, la evolución espiritual de cada uno de los seres.” (“El Retorno de lo Sagrado”, de Antonio Velasco Piña).
El Círculo de Palabra.
El jueves 4 de julio del presente año, en el ciclo semanal denominado Círculo de Palabra, transmitido vía Zoom, en el que se exponen temas de la Sabiduría Ancestral de las diferentes Culturas, me correspondió nuevamente el participar, pero ahora con el tema: La Misión Espiritual de México. Te presento la grabación de dicha exposición.
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La Precesión de los Equinoccios.
A este movimiento se le conoce como de “Precesión”, porque los Signos Zodiacales van en sentido contrario al convencional: Leo, Cáncer, Géminis, Tauro, Aries, Piscis, Acuario, etc. En total son doce Eras, con una duración por ciclo de 25,920 años. El movimiento de Precesión es de 1º cada 72 años. Son 360º del círculo Zodiacal por 72 años, igual a 25,920 años. Esta cifra dividida entre los 12 Signos, equivale a 2,160 años aprox. por Signo. Esto es considerando que es un círculo perfecto, que en realidad no lo es.
La inclinación del eje de rotación terrestre actualmente es de 23° 43′. Este movimiento se efectúa por completo cada 25,776 años. Para los sabios mayas, este movimiento dura 26,000 años. Cinco periodos de la Cuenta Larga (5,200 X 5 = 26,000). Con respecto a la duración real de cada Era, cada una de ellas es diferente y corresponde a la longitud de arco de cada Constelación; Acuario es de 35º; Tauro tiene 37º; otras un poco menos, como Aries de 27º; Géminis de 29º y Piscis de 27º 06’. A estos últimos 27° 06’ de Piscis, los multiplicamos por 72 años de duración por grado de arco del recorrido equinoccial y nos da como resultado 1948 años con 3 meses. La Era Zodiacal de Piscis cursó desde el 21/03/01 hasta el 20 de marzo de 1948. La Era de Acuario inició el 21/03/1948.
Los Grandes Ciclos Históricos.
Adán y Eva representan el inicio de un ciclo mayor conocido como Era Adámica. La Biblia engloba dicha Era Adámica, que inició con Adán, el de la tierra roja, la tierra original, el Paraíso y termina con el Apocalipsis de San Juan, es decir la Biblia abarca desde la Eras Zodiacales de Géminis hasta la de Piscis. En el libro “Dramáticas Profecías de la Gran Pirámide”, de Rodolfo Benavides, consigna la cronología de acontecimientos que figura plasmada en la galería de la Gran Pirámide. En dicha cronología, el año 2001 figura como el fin de la Era Adámica y la fecha exacta es el 17 de septiembre de 2001, fecha cercana al 11 de septiembre de 2001, cuando se marcó un hito, un antes y un después en la historia de la humanidad, tras la caída de las Torres Gemelas de Nueva York.
Platón en su Diálogo, Crátilo o del Lenguaje, menciona las 4 edades: de Oro, Plata, Bronce y Hierro. Para los hindúes es un Maha Yuga: Satya (Oro), Tetra (Plata), Dwapara (Bronce) y Kali (Hierro), cuatro Yugas o edades. Con la Era Zodiacal de Piscis, terminó el Kali Yuga. El Vishnú Purana lo describe así: “En el Kali Yuga, habrán numerosos gobernantes luchando por el poder entre ellos. Ellos no tendrán carácter. La violencia, las mentiras y la inmoralidad estarán a la orden del día. La piedad y la naturaleza del bien se desvanecerán lentamente. La pasión y la lujuria serán la única atracción entre los sexos. Las mujeres serán objetos de placer sexual. La mentira será la línea límite de subsistencia. La gente culta será ridiculizada y puesta en vergüenza; en el mundo la ley del más rico será la única ley.” (“Wikipedia. Yuga”).Mejor descripción de la época actual, no la podríamos encontrar.
En la Naturaleza, nada cambia de golpe. El amanecer precede al día y el ocaso a la noche. Las estaciones del año, se anuncian antes de que entren y cuando está la nueva estación, hay secuelas de la anterior. Asimismo sucede con estos grandes ciclos. Esta etapa que estamos viviendo se conoce como espacio intercíclico y durará hasta el año 2020, cuando estemos en el primer grado de Acuario (1948+72= 2020).
Al signo de Acuario le corresponde la primera de ellas, la Edad de Oro o Satya Yuga. En la Biblia la mencionan como los mil años de paz. “El método de liberación espiritual en esta primera era es dhyana (meditación). En este yuga más elevado, todas las personas pueden experimentar la espiritualidad por intuición directa. El velo entre los reinos de lo material y lo transcendental se vuelve casi transparente. De acuerdo con el Natia Shastra, no hay presentaciones de natiá (danza) en el Satya Yuga porque es un periodo libre de cualquier tipo de infelicidad o miseria. Satya Yuga es también llamado la Era Dorada o Edad de Oro.” (“Wikipedia. Yuga”).
Las Características Geomagnéticas, Culturales y Espirituales en cada Era Zodiacal.
Era Zodiacal de Aries: la Cuenca del Mediterráneo.
Era Zodiacal de Piscis: Europa.
Era Zodiacal de Acuario: LatINoaméRIca.
De acuerdo a todas las Tradiciones, al Signo Zodiacal de Acuario le corresponde la denominada Satya Yuga o Era de Oro, Edad de Luz, o el Sol de la Consciencia. Por la Biblia, se le conoce como los “mil años de paz” (Apocalipsis 20:6).
Los Chakras de la Tierra.
El Maestro Antonio Velasco Piña, escribió: “Un chakra del planeta es una extensa región en la cual se concentra una gran cantidad de poderosas y sutiles energías cósmicas […] Hay tres chakras de alta montaña: Tíbet, Perú y México. Tres chakras del desierto: Egipto, Sumeria y China. Y un chakra de enlace que es Europa.” Las grandes Culturas del planeta, solamente se pueden manifestar en el área de influencia de los Chakras de la Tierra, por su doble vertiente: Cósmica y Telúrica; es ahí y sólo ahí, en donde se pueden desarrollar.
La Nueva Era en América.
El Maestre Serge RaYNaud de la FerRIère, señaló lo siguiente: “La teoría de que la América debe su nombre a uno de los primeros navegantes que desembarcaron en el continente, es decir, Américo Vespucio, no es tan acertada porque en realidad debería tratarse de Albéric. Cuando el navegante y conquistador Alonso de Ojeda pasó por Centro América en 1499, los indígenas de la costa de Cumara denominaban ya al continente entero con el nombre de Amérriqua que quiere decir en lengua maya: el país de los vientos.” (Pág. 183. “Yug Yoga Yoghismo. Una Mathesis de Psicología”. Serge Raynaud de la Ferrière).
Evidentemente, el Continente Americano ha sido elevado hasta la mirada de la Alta Inteligencia Divina, y posee un Centro regenerador especial, como lo fue mucho tiempo el Tíbet para el Asia y por consiguiente para el mundo. Este Centro es el preciso lugar en donde naturalmente se retirarán los Grandes Maestros. De acuerdo con los cálculos, tanto geológicos como magnéticos y simbólicos, ese punto se encuentra situado en las altas mesetas de la Cordillera de los Andes.” (Págs. 89 y 93. “Los Grandes Mensajes. Primer Mensaje. La Venida del Gran Instructor del Mundo”.).
“La aglomeración de los nuevos Centros Espirituales (Santuarios, Ashrams, Colegios de Sabiduría) en América (especialmente en el Centro y sobre todo en el Continente Sur) no disminuirá en nada el papel cumplido por el Tíbet, sólo que la condensación fluídica desaparecerá más y más a fin de que se cumpla la Ley de evolución en todas las cosas. (El Tíbet se convertirá progresivamente en materialista, en tanto que la América Central y sobre todo la América del Sur, va a espiritualizarse)… Henos aquí pues una vez más a las puertas de una nueva Gran Era, y es el continente americano el elegido para ver el máximo de esta época floreciente donde, como continuación de los Toltecas, Mayas, Incas, vendrán a inscribirse los Acuarianos.” (Pág. 367. “Los Grandes Mensajes. Tercer Mensaje. Los Misterios Revelados”. Maestre Serge RaYNaud de la FerRIère).
Las Etapas Evolutivas de las Culturas.
Los 4 Verbos Iniciáticos en las principales Culturas Mesoamericanas.
El Lic. Antonio Velasco Piña, “El Testigo”, como lo llamó Regina, en su libro, “Legado 68. A 50 años de Tlatelolco, lecciones del movimiento que despertó a México”, escribió. “En la edad histórica de Predominio de la Intuición emotiva en el chakra de México surgieron y florecieron cuatro elevadas culturas:
1. La cultura Olmeca, cuya característica distintiva está contenida en la palabra clave ‘callar’. Significa que un grupo de altos iniciados realizó la proeza de nulificar su ego y alcanzar un silencio interno, lo que les permitió percibir la voz de lo sagrado indicándoles lo que debían hacer: la creación de una cultura madre, que constituiría un modelo arquetípico para las culturas que habrían de sucederle. AI iniciarse el siglo XVI la cultura Olmeca tenía ya más de un milenio de haberse extinguido, subsistían tan sólo unos cuantos Guardianes, encargados de preservar la valiosa herencia que constituían los conocimientos alcanzados por esta cultura. [“Las Cabezas Olmecas contienen una gran cantidad de información, de conocimiento y de sabiduría que entenderemos cuando logremos recuperar nuestra capacidad de ver con toda profundidad a través del silencio.” (“Historia y Genealogía Hispanoamericana. Silencio y sabiduría de los Olmecas”)].
2. La cultura Maya, cuya característica distintiva está contenida en la palabra clave ‘saber’ y cuyos integrantes alcanzaron conocimientos matemáticos y astronómicos, superiores a los de cualquier otra cultura que haya existido, a grado tal que sus centros ceremoniales constituían reproducciones a escala de algunas constelaciones, lo que les permitía poder sintonizarlos con las energías cósmicas provenientes de dichas constelaciones, Profundos conocedores de cuanto se refiere a la ciencia de los ciclos, los mayas pudieron predecir que su cultura, tras llegar a la cúspide de su esplendor, iniciaría su inevitable decadencia. Optaron por no transitar por ésta y abandonaron sus centros ceremoniales y sus escuelas de altos estudios, quedando tan sólo algunos escasos Guardianes a cargo de preservar la memoria de lo esencial de sus asombrosos conocimientos.
3. La cultura Zapoteca, cuya característica distintiva es la palabra clave ‘amar’, propició que el amor fuera el eje central de todas las actividades de sus integrantes. Se trata desde luego de un amor muy elevado que inicia por un amor a lo Divino, para luego abarcar cuanto existe, desde las estrellas hasta los animales y las plantas. En lo tocante a la práctica del amor a sus semejantes, los zapotecas no se limitaron a manifestarlo a través de poesías, danzas y canciones, sino que realizaron la proeza de edificar Monte Albán, una gigantesca máquina de curación de la psique, que es donde se encuentra la verdadera causa de múltiples enfermedades físicas. Aun cuando al declinar esta cultura sus integrantes no fueron ya capaces de mantener funcionando tan sofisticada maquinaria, hasta la fecha sus Guardianes continúan teniendo profundos conocimientos en materia de herbolaria y de distintas técnicas curativas.
4. La cultura Náhuatl, cuya característica distintiva es la palabra clave ‘osar’. Erróneamente los historiadores oficiales han clasificado como tres culturas diferentes a lo que fueron tres etapas de una misma cultura. Las denominadas culturas, teotihuacana, tolteca y azteca, son en realidad las Etapas Sagrada, Heroica y Humana de la cultura Náhuatl. Durante la etapa sagrada de la cultura náhuatl, que tuvo como centro a Teotihuacán, sus integrantes lograron reconstruir y que volviera a funcionar gran parte de la maquinaria del manejo de energías cósmicas construida milenios atrás y que llevaba mucho tiempo de estar en el más completo abandono. La Etapa Heroica de la cultura Náhuatl tuvo como centro la ciudad de Tula. El personaje más destacado de esta etapa fue Ce-Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, el último emperador tolteca… La Etapa Humana de la cultura náhuatl, tuvo su centro en Tenochtitlan… En la Etapa Humana de la cultura Náhuatl, en la que loa aztecas más destacados fueron Tlacaélel y Cuauhtémoc”. (Págs. 24-27. Op. cit.).
Respecto a las etapas evolutivas de las Culturas, el Lic. Antonio Velasco Piña, las describe de la siguiente forma: “En varias tradiciones sagradas se utilizan los términos de Oro, Plata, Bronce y Hierro, para designar a dichas etapas. Otros autores prefieren utilizar las denominaciones de Sagrada, Heroica, Humana y de Rebaño.
- Etapa Sagrada. La mayor parte de los integrantes de una cultura, tienen como principal misión en la vida elevar su espiritualidad, para lo cual no sólo participan en frecuentes y solemnes rituales, sino que tratan de sacralizar todas sus actividades cotidianas.
- Etapa Heroica. La mayor parte de los integrantes de una cultura, tienen como principal misión establecer un orden, tanto personal como colectivo, que esté armonizado y acorde con el orden cósmico.
- Etapa Humana. Es aquella en la que la mayor parte de los integrantes de una cultura intentan llevar una existencia basada en una elevada escala de valores, pero sólo lo consiguen en cierta medida, pues quienes están a cargo de implementar su aplicación no saben ya cómo lograr la correcta armonización entre la acción humana y la divina.
- Etapa de Rebaño. La mayor parte de los integrantes de una cultura carecen de una escala de valores que norme su conducta y actúan teniendo como únicos móviles la satisfacción de sus instintos más elementales, la adquisición de bienes materiales y la posesión de un poder político o económico que les permita dominar y explotar a los demás.” (Págs.18-20. “Legado 68. A 50 años de Tlatelolco, lecciones del movimiento que despertó a México”).
Como todo es cíclico, a partir del presente siglo XXI, ya insertados en la Era Zodiacal de Acuario, se inició un nuevo período, que corresponde a la Etapa Sagrada.
El Escudo Nacional Mexicano.
Nuestro Escudo Nacional, representa al Signo Zodiacal de Escorpión, que simboliza y representa: al Sol y las Energías Cósmicas (Águila), unidas a la Tierra y las Energías Telúricas (Serpiente); al Espíritu (Águila) que domina la Materia (Serpiente); la transmutación de las energías densas (Serpiente), a las sutiles (Águila); es el Caduceo, símbolo griego que consiste en dos serpientes enrolladas (los nadis Ida y Pingala) y enfrentadas entre sí a lo largo de una vara (el nadi Sushumna) con dos alas en la parte superior, que representa a la Energía Kundalini de los Yoguis (Serpiente Cósmica), que se eleva desde el primer chakra, hasta llegar al séptimo, en la cúspide de la cabeza, simbolizado por las alas del Caduceo. En fin, representa la transformación de nuestra Conciencia, que está expresada en Quetzalcóatl, de los aztecas y Kukulkán, de los mayas; “la Serpiente Emplumada, que representa la dualidad inherente a la condición humana: la ‘Serpiente’ es cuerpo físico con sus limitaciones y las ‘Plumas’ son los principios espirituales.” (“Wikipedia. Quetzalcóatl”).
El Dr. Serge RaYNaud de la FerRIère, el Instructor de esta Nueva Era, la Era Zodiacal de Acuario, en sus obras, hace distintas referencias a esta doble Constelación: “A fin de realizar completamente el sentido esotérico del Escorpión, (que está representado en ocultismo por un águila), el Iniciado atraviesa una zona que está en constante transformación,…”). “Señalemos además que, sobre una carta astronómica, entre Libra y Sagitario la constelación es doble; este octavo signo zodiacal ha sido denominado Escorpión pero en realidad la eclíptica atraviesa en este momento dos signos que son: Escorpión-Águila ¡Del Escorpión reptante y ciego al Águila que vuela en las elevadas Esferas! […] “Se sabe que el signo del Escorpión está pleno de misterio y que es el que preside la iniciación, caracterizando en particular la transmutación del animal material que se arrastra en el barro (el escorpión) cambiándose en el ÁGUILA que vuela en las Altas Esferas, expresión de la evolución espiritual.”
“De manera similar Quetzalcóatl (serpiente pájaro) es el emblema simbólico de las civilizaciones centroamericanas y hoy todavía podemos contemplar en la bandera de México, la representación de un águila luchando contra una serpiente. Esto simboliza la transmutación a que se refiere la octava casa astrológica (constelación Escorpión-Águila). Dicha casa representa la unión de dos animales, símbolo de la cosmogonía americana, empleado anteriormente en Egipto (véase la esfinge con el cuerpo de toro, patas y cola de león, cara de hombre y alas de águila, monumento que simboliza las cuatro grandes constelaciones: Toro, León, Aguador y Escorpión-Águila.” (Págs. 172, 344, 403 y 566. “Los Grandes Mensajes.”).
“Esta representación derivada del simbolismo caldeo, expone muy bien el trabajo de transmutación (vida reptante de la serpiente que se debe transformar en existencia de las alturas, en el aire puro donde reina el Águila), lo cual es muy significativo como expresión del signo zodiacal del Escorpión (la doble constelación Reptil-Águila) que equivale al Kundalini de los yoguis.” (Pág. 55. “Libro Negro de la Francmasonería”. Serge Raynaud de la Ferrière).
La importancia de México en la Nueva Era.
Desde el punto de vista geomagnético, el primer chakra de la Tierra está ubicado en México, en los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Por ser el chakra raíz, nuestro país cobra una muy especial importancia. En los últimos 500 años, se han dado tres aportaciones al mundo.
- Fue primordialmente en lo gastronómico: con el aguacate, cacao, calabaza, epazote, frijol, jitomate, maguey, maíz, nopal, etc.
- En época reciente, ha sido en lo artístico y lo cultural. El muralismo con Diego Rivera. José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros y otros artistas plásticos como Frida Kahlo, Rufino Tamayo, Gerardo Murillo, el Dr. Atl, etc. El cine en la llamada “época de oro del cine nacional”, con artistas cono Pedro infante, María Félix, Jorge Negrete, Dolores del Rio, Cantinflas, Emilio “Indio” Fernández, Sara García, El Santo, etc. y más recientemente, directores como Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón; con cantantes, como Juan Gabriel, Vicente Fernández, Alejandro Fernández, José José, etc.; directores de orquesta, como Alondra de la Parra.
- Tiene que ver con el desarrollo del ser humano. Actualmente hay danzantes concheros en toda Europa, oriundos de cada país. Para activar el cuarto chakra de la Tierra, que se encuentra en Santiago de Compostela, España, tuvieron que ir Abuelos y danzantes concheros para activarlo. Tuve la oportunidad de participar en ese Ritual desde la CDMX, el sábado 25 de julio de 1992; recibí la invitación de manera personal, de parte del Maestro Antonio Velasco Piña.
El sábado 9 y el domingo 10 de noviembre de 2019, se llevó a cabo la “Ceremonia Quetzal”, en Amecameca, Edo. México, convocada por el Abuelo Marzo Yuk Quetzal. Enfrente de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, nuestros Sagrados Guardianes y Primer Chakra de la Tierra, para lograr la Unión del Águila, el Quetzal y el Cóndor; es decir la Fusión de toda América. Participaron Abuelos de los Estados Unidos, México y Sudamérica. Así se dio cumplimiento a una antigua Profecía Maya.
El Final de los Grandes Ciclos.
Se están presentando diferentes fenómenos naturales y cambios radicales en las estructuras humanas en los niveles, social, político, económico, religioso, científico, etc., porque se están cerrando varios ciclos al mismo tiempo y tienen que ver con la Eras Zodiacales, producidas por el movimiento Astronómico conocido como Precesión de los Equinoccios.
Dichos cierres, corresponden a los siguientes ciclos:
- Termina un ciclo completo de Precesión de los Equinoccios, de 26,000 años.
- Finaliza la mitad de ese gran ciclo, de Leo a Piscis, de 13,000 años.
- Concluye la Era Adámica, de Géminis a Piscis, de 8,000 años.
- Finaliza el Kali Yuga o Edad de Hierro, de Tauro a Piscis, de 6,000 años.
- Cierra la Era Zodiacal de Piscis, de 2,000 años.
“El Fin de una Civilización.
José Mendoza Castillo, en su libro, “Continentes, civilizaciones desaparecidas y el hundimiento de Europa”, describe lo siguiente: “Ya hemos visto que la Tierra es un ser vivo y que cada 13,000 años sufre un proceso de purificación en su ‘fisiología’. Estos cambios son de necesidad para el planeta; no es nada malo, al contrario, le permite renovarse y empezar un nuevo ciclo en condiciones más ‘saludables’; pero, en medio de todo ello está la humanidad, que sufre las consecuencias de estos cambios. Sin embargo, la humanidad no es un elemento ‘pasivo’ en estos fenómenos cíclicos de la Tierra, al contrario, participa íntimamente en la gestación de dicha catástrofe. Tal pareciera que la evolución de una humanidad sigue exactamente los pasos de que está compuesto este ciclo de la Tierra, y son puntos importantes de su propia evolución, que concluye ineluctablemente con el hundimiento de un continente y el exterminio de la humanidad caduca; fenómeno que llamaremos con un solo nombre: ‘Diluvio Universal’, como los antiguos. […] Todas estas cosas que, decimos ahora, han sido dichas desde hace muchísimo tiempo, en las diferentes profecías de todas partes. Antes de transcribir algunas, debo hacer una aclaración importante. Cuando se dice ‘fin del mundo’, se debe entender: fin de una era, de una edad, de ‘un’ mundo, de una humanidad, de una forma de vivir. […] Lo importante es entender, hasta este punto, que los continentes y las razas están íntimamente ligados, siguen una línea de evolución paralela, cuando se agota una raza, termina su ciclo (empieza su ancianidad) desaparece el continente desde donde ejerció el poder, se hunde en el mar, y va a pasar su ancianidad a otra parte en forma un tanto disminuida. Estas catástrofes se producen regularmente cada mitad de un Año Sideral del Sol; es decir, cada 13,000 años (en números redondos).” (Págs. 38-39 y 50. Op. cit.).
Marcadores del final del gran Ciclo de Precesión Equinoccial.
- Las invasiones. Así como la llamada “Conquista Española” marcó un cierre de ciclo histórico para las Culturas Anahuacas e Incaicas; de la misma manera se termina el ciclo europeo con la migración árabe-islámica, que marca el final de la cristiandad en Europa.
- Las Auroras Boreales y Australes recientes. Estamos viviendo el fin del “Gran Año” o “Año Platónico” de 26,000 años, que corresponde al cierre de ciclo completo de la Precesión Equinoccial. Al verse las auroras boreales y australes en lugares inusuales y en épocas atípicas, lo que están indicando, es el cambio del polo magnético de la Tierra; que se presenta a la mitad de ese gran ciclo, es decir, cada 13,000 años. En el famoso cambio climático, no tiene que ver la actividad humana, es un fenómeno terrestre cíclico.
- La Corriente del Golfo se está deteniendo. Europa se congela. “La Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico (Atlantic Meridional Overturning Circulation, AMOC), un gran sistema de corrientes oceánicas que transportan agua cálida desde los trópicos hacia el Atlántico Norte también conocido como ‘Corriente del Golfo’, podría colapsar a mediados de siglo, o incluso en 2025, debido al avance del cambio climático, según advierte un estudio difundido este martes.” (“Univision. Noticias. Una nueva Edad de Hielo”: qué es la Corriente del Golfo y por qué los científicos temen que pueda “colapsar” tan pronto como 2025).
- El Fuego Nuevo de Chickaban. “El Quinto Sol cierra su ciclo, El Sol del Movimiento Ollin Tonatiuh, Nahui Ollin 4 Movimiento. Se cierran los engranajes cósmicos celestes del movimiento universal, la transformación del nagual o de la potencia del espíritu, Es en la presencia de esta humanidad. La mecánica celeste anuncia el gran cierre de esta quinta humanidad. Se sincronizan los engranajes celestes de 104, 208, 520,1040, 5200 y llega la suma total de años relacionada con la precesión de los equinoccios, o sea, 26,000 años. La piedra del fuego nuevo anuncia su cierre rumbo al 2027. Año que será la última rueda de Fuegos Nuevos del Quinto Sol. El último atado de 52 fuegos el atado 20. Se cierran los ciclos de la mecánica celeste de 26,000 años.” (“El Quinto Sol. El cierre de los ciclos. Fuego nuevo de Chickaban rumbo al 2027”).
El Maestro Antonio Velasco Piña, en la presentación del libro, “MÉXICO, sus valores, símbolos y los Guardianes de la Tradición”, de Alfonso Pérez Reguera y Alejandra Pérez Reguera, precisa lo siguiente: “La fuerza más poderosa de una nación, la que le permite afrontar graves crisis y salir adelante, proviene siempre de las reservas espirituales que ha logrado ir acumulando a lo largo del tiempo. Cuando dichas fuerzas no existen o son muy débiles, las crisis pueden propiciar la desintegración de un país, por muy importante que sea su poderío económico o militar. En el caso concreto de México, resulta evidente que si no poseyese una rica herencia cultural y espiritual que lo dota de una recia y bien definida identidad, hace mucho que habría dejado de existir a resultas de las invasiones extranjeras y los conflictos internos a los que ha tenido que hacer frente. […] La lectura de la presente obra proporcionará a sus lectores una mejor comprensión de las raíces históricas de México, de las fuerzas no siempre visibles pero siempre actuantes que han dado a nuestra nación ‘un rostro y un corazón’.”
Eduardo Flores Zazueta