La Reencarnación, ¿fantasía o realidad?
La reencarnación es la creencia de que la esencia individual, el Espíritu de la persona, vive en un cuerpo en la Tierra varias veces y no sólo una. “Es la doctrina del renacimiento, en la cual creían Jesús y los apóstoles, lo mismo que toda la gente de aquellos tiempos, pero negada ahora por los cristianos [que no parecen comprender la doctrina de sus propios evangelios, puesto que la Reencarnación es enseñada claramente en la Biblia, como lo es en todas las demás escrituras antiguas]. Todos los egipcios convertidos al Cristianismo, los Padres de la Iglesia y otros creían en dicha doctrina, como lo prueban los escritos de varios de ellos.” (Pág. 793. “Glosario Teosófico”. H. P. Blavatsky).
La Reencarnación en la Biblia.
En el Nuevo Testamento, en el Evangelio de Mateo, dice que, cuando el Mesías habló sobre Juan el Bautista a la multitud de personas que le seguían, entre otras cosas les dijo: “Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. El que tiene oídos para oír, oiga”. (Mateo 11:13-15).
En el Nuevo Testamento, también se recoge el pasaje en donde Jesús el Cristo, después de su Transfiguración en el Monte Tabor, bajaba con los tres apóstoles que le acompañaban y éstos le preguntaron: “Entonces sus discípulos le preguntaron: “¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? Respondiendo Jesús, les dijo: es la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Más os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista”. (Mateo 17:10-13). Así estaba anunciado por el Profeta Malaquías: “Ved que os enviaré a Elías el profeta, antes que llegue el día de Yahveh, grande y terrible”. (A.T. Malaquías 4:5).
En otro pasaje de los Evangelios, se expone lo siguiente: “Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con él sus discípulos; y les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos respondieron: unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado”. (Lucas 9:18-19). También se encuentra, en Mateo 16:13-14 y Marcos 8:27-28. ¡Todos ellos muertos! ¿Por qué Jesús les preguntó de esa manera?, porque en esa época, los judíos aceptaban abiertamente la reencarnación.
El mismo Herodes, así lo creía: “Oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. Otros decían: es Elías. Y otros decían: es un profeta, o alguno de los profetas. Al oír esto Herodes, dijo: este es Juan, el que yo decapité, que ha resucitado de los muertos”. (Marcos 6:14-16).
En otro momento se presenta una situación especial, en que la reencarnación se deja entrever: “Al pasar vio Jesús a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron: Maestro, ¿qué pecados son la causa de que éste haya nacido ciego, los suyos o los de sus padres? A esto respondió Jesús: ni éste pecó ni sus padres, es para que se manifiesten en él las obras de Dios.” (Juan Cap. 9:1-3). Para que pudiera pecar antes, solamente lo podría haber realizado durante una vida previa.
El Círculo de Palabra.
El jueves 6 de junio del presente año, en el ciclo semanal denominado Círculo de Palabra, transmitido vía Zoom, en el que se exponen temas de la Sabiduría Ancestral de las diferentes Culturas, me correspondió nuevamente el participar, pero ahora con el tema: La Reencarnación, ¿fantasía o realidad? Te presento la grabación de dicha exposición.
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La Reencarnación en el Judaísmo.
En los tiempos de Jesús el Cristo, el pensamiento de la reencarnación se encontraba también en la creencia popular judía. El judío Schalom Ben Chorin, un científico de la religión, escribió: “El pensamiento de la reencarnación es en el judaísmo de los tiempos de Jesús una evidente creencia popular… Por eso la gente consideró a Jesús como uno de los antiguos profetas que volvió a venir”. (“Diario Siglo XXI. La Reencarnación ¿Un antiguo conocimiento olvidado?”).
“En el ‘Talmud’ se habla constantemente de la doctrina de la reencarnación denominadola ‘Din Gilgol Neshomes’. Esta expresión significa ‘el juicio de las revoluciones de las almas’. En ‘Nishmath Hayem’ del rabino Manassa, uno de los hijos de Israel más respetados, leemos: ‘La creencia, o la doctrina de la transmigración de las almas, es un dogma establecido e infalible que el conjunto de nuestra iglesia acepta unánimemente, por lo tanto no existe nadie que ose negarlo […]. En realidad, en Israel hay muchos sabios que siguen firmemente esta doctrina, convirtiéndola entonces en un dogma, un punto fundamental de nuestra religión. Desde luego, es nuestro deber obedecer y aceptar este dogma con aclamación […] en cuanto el ‘Zohar’ y todo libro cabalístico, han inequívocamente demostrado que es verdadera’.” (“La reencarnación en el judaísmo y en la biblia”).
En el Concilio de Nicea I, se anatematizó la Reencarnación.
Diversos grupos cristianos en los primeros tiempos, como los gnósticos, asumieron la creencia en la reencarnación, como elemento fundamental desde muy pronto, ya que esta concepción estaba muy extendida en el mundo clásico y antiguo. El primer Concilio ecuménico, se celebró en el año 325 en Nicea (actualmente Iznik), ciudad de Asia Menor, en el territorio de la actual Turquía, y de la que recibe el nombre por el que es conocido, Concilio de Nicea I. Fue convocado por el emperador Constantino I el Grande, por consejo del obispo San Osio de Córdoba. El propósito de este Concilio debía ser establecer la paz religiosa y construir la unidad de la iglesia cristiana. Allí se establecieron los primeros dogmas de la Iglesia católica y a partir de esa época se rechazó la doctrina de la reencarnación.
La Resurrección de la carne.
El Credo de la Iglesia Católica, en su versión original en latín, conocido como el “Credo de los Apóstoles”, decía: “Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. Amen”; que significa: “Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, la vida eterna. Amén”. Después del Concilio de Constantino I se cambió: “espero la resurrección de los muertos”.
El Karma en las Filosofías Yoga y Vedanta.
La palabra Karma, proviene del sánscrito, kri, que significa acción. Es la “Ley de Causa y Efecto”, de las Filosofías Yoga y Vedanta; también conocida como “Ley de Compensación”. Es Némesis, la diosa de la “Justicia Retributiva”, para los griegos y la “Ley de Siembra y Cosecha”, para los cristianos.
Existen tres clases de Karma, según el Yoga y el Vedanta:
- Flechas que están en el carcaj (Sanchita karma). Latentes. Circunstancias que aún no se manifiestan.
- Flechas que están en la mano (Kriyamana karma). Futuras. Acciones presentes, que tendrán consecuencias futuras.
- Flechas que van volando y algunas que ya dieron en la diana (Prarabhda karma). Vigentes. Son las circunstancias actuales.
El Karma del Profeta Elías.
El karma y la reencarnación, están íntimamente ligados. Como el Profeta Elías había muerto hacía más de nueve siglos, es lógico que en cuerpo físico no podía regresar, luego entonces, su regreso al mundo tuvo que ser en espíritu. Y para manifestarse necesitaba de un nuevo cuerpo físico, por lo que el espíritu de Elías encarnó nuevamente en un niño. En este caso fue hijo de Zacarías y de Isabel, al que pusieron el nombre de Johanan, siendo conocido por Johanan Ben Zekharyah (Juan, hijo de Zacarías) y después como Juan de Hebrón (su lugar de nacimiento), pasando a la historia como Juan el Bautista.
El karma que creó Elías, tuvo su consecuencia casi mil años después, siendo Juan el Bautista. En el Antiguo Testamento podemos leer lo siguiente: “Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló”. (A.T. 1Reyes 18:40). De vuelta a la carne en la persona del Bautista, tuvo el mismo fin, pues como es conocido por todos, que fue mandado a degollar por Herodes el Tetrarca, en la fortaleza de Maqueronte, bajo el juramento que éste le hiciera a Salomé. El relato es mencionado tanto por Flavio Josefo (Antigüedades Judías, XVIII, v, 2), como por los Evangelios de Marcos 6: 17-29 y Mateo 14: 3-12.
Con las investigaciones de campo del Dr. Ian Stevenson, la Ciencia comprueba la Doctrina de la Reencarnación.
“Ian Stevenson (1918–2007), fue un bioquímico, doctor en medicina y profesor universitario de psiquiatría canadiense. Hasta su jubilación en 2002 fue jefe de la “División de Estudios de Percepción” en la Universidad de Virginia, en la que se investigan fenómenos paranormales. Escribió sobre varios aspectos de la parapsicología, pero le preocupa en particular con evidencia que apoya la creencia en la reencarnación. Su investigación y escritos se centraron en esa área, empezando por su ensayo ganador del concurso en honor de William James, “la evidencia de la supervivencia de la Reivindicación de los recuerdos de encarnaciones anteriores” (1961). El Dr. Stevenson comenzó a interesarse en el “recuerdo espontáneo de vidas pasadas”, cuando, en la cima de su profesión como Psiquiatra, encontró que los remedios tradicionales en psiquiatría estaban muy restringidos y no lidiaban efectivamente con los problemas de los pacientes. Él encontró muchos casos que no podían ser explicados satisfactoriamente por la genética, ni por influencias ambientales, ni por una combinación de ellas.
El libro del Dr. Ian Stevenson: “Veinte Casos que hacen pensar en la Reencarnación”.
Es un libro escrito por el psiquiatra Ian Stevenson, sobre el fenómeno de lo que él llama “recuerdo espontáneo de información de vidas anteriores en niños pequeños”. El libro se centra en veinte casos investigados por el autor. Consideró que el concepto de reencarnación, podía complementar a los de herencia y medio ambiente para ayudar a la medicina moderna a entender aspectos del comportamiento humano y su desarrollo. A través de los años, el Dr. Stevenson entrevistó a más de tres mil niños en Estados Unidos, Inglaterra, Tailandia, Burma, Turquía, Líbano, Canadá, India y otros lugares, a quienes afirmaban recordar un número de incidentes de sus vidas pasadas. Los procedimientos de investigación científica incluyen: revisión y análisis de documentos (cuando son relevantes), cartas, registros de autopsia, certificados de nacimiento y defunción, registros de hospital, fotografías, reportes de periódico y otros similares. Los registros médicos son especialmente importantes cuando un niño afirma haber sido asesinado en una vida pasada; como Stevenson ha podido encontrar en los casos de muerte violenta, el niño puede tener una marca de nacimiento en el lugar donde fue acuchillado, lesionado por arma de fuego, o cualquiera que haya sido la causa de la muerte.” (“Wikipedia. Ian Stevenson”).
Finalizo citando al gran filósofo, poeta, músico y filólogo alemán Friedrich Nietzsche, cuya obra ha ejercido una profunda influencia en el pensamiento mundial contemporáneo y en la cultura occidental. Su postura vital fue: “Mi doctrina es: vive de tal modo que llegues a desear vivir otra vez, éste es tu deber, ¡porque revivirás de todas formas!”.
Eduardo Flores Zazueta